- Genético: Los genes determinan la resistencia a ciertas enfermedades. Esto puede ocurrir en todos los organismos de una especie (el hombre inmune al moquillo de los perros y gatos) o solamente en algunos casos (hay gente que es resistente al virus del sarampión).
- Transplacentario: Durante el embarazo, la madre pasa anticuerpos al bebé a través de la placenta.
- Lactancia: De modo similar a la anterior, la madre inmuniza al niño con anticuerpos presentes en la leche materna.
Adquirida: El hombre la recibe durante el transcurso de la vida, siempre en forma artificial. Esta puede ser:
Pasiva: El sujeto recibe anticuerpos ya elaborados por otra persona, quien padeció la enfermedad. (sueros, efecto rápido pero de corta duración)
Activa: La persona recibe por medio de una vacuna (el antígeno atenuado). Al ponerse en contacto con el antígeno, el cuerpo fabrica anticuerpos para combatirlo, generando inmunidad. Este proceso es lento pero produce resistencia más prolongada: por eso es apto para protección masiva.